Con algo más de cuarenta años cumplidos, me toca empezar una nueva etapa: la de mujer separada. Transcurrido ya el primer temblor que provoca un cambio de situación de este tipo, luego de algo más de veinte años de esposa, me enfrento ahora al desafío de encontrarme a mí misma y andar un nuevo camino.
A raíz de los prejuicios que imperan en el entorno y de los estereotipos en los que tantas veces me veo reflejada, a pesar de la resistencia que intento oponer naturalmente a la “norma”, elijo este medio para hablar sin censura de lo que me pasa. Aniversarios, cumpleaños, fiestas, reuniones sociales, salidas; todo a partir de ahora tendrá un nuevo significado y una nueva forma de ser vivido. En algunos casos será prometedor y en otros seguramente reflotarán angustias, inseguridades y dudas. Como sea, todo deberá ser reaprendido y para eso, tendrá que ser transitado una vez más, pero como primera vez. Esas primeras veces son las que me dispongo a compartir con quien me encuentre en este espacio digital.
Por hoy puedo decirles que logré atravesar con éxito un primer desafío: el de la bitácora propia. Espero encontrarnos y leernos mutuamente.
A raíz de los prejuicios que imperan en el entorno y de los estereotipos en los que tantas veces me veo reflejada, a pesar de la resistencia que intento oponer naturalmente a la “norma”, elijo este medio para hablar sin censura de lo que me pasa. Aniversarios, cumpleaños, fiestas, reuniones sociales, salidas; todo a partir de ahora tendrá un nuevo significado y una nueva forma de ser vivido. En algunos casos será prometedor y en otros seguramente reflotarán angustias, inseguridades y dudas. Como sea, todo deberá ser reaprendido y para eso, tendrá que ser transitado una vez más, pero como primera vez. Esas primeras veces son las que me dispongo a compartir con quien me encuentre en este espacio digital.
Por hoy puedo decirles que logré atravesar con éxito un primer desafío: el de la bitácora propia. Espero encontrarnos y leernos mutuamente.
